7 velas de diferentes colores pero de igual tamaño (en un grupito aparte).
1 vela de plata.
1 vela roja.
1 vela azul.
1 papa grande, lavada y con cáscara.
7 varitas de sándalo.
1 Buda. obviamente.
Piedras de imán.
3 oraciones diferentes; cualquiera. En lo posible de santos o divinidades de su predilección.
1 plato.
17 puños de trigo.
Aceite de sándalo.
Aceite de rosas.
Polvo de almizcle.
1 bandeja blanca o una mesa con mantel blanco.
Varias monedas diferentes.
El Buda debe ser grande y hueco y con una perforación en su parte inferior.
Se inicia colocando las piedras de imán el plato y, alrededor de este, de pegan y encienden las siete velas de colores y de igual tamaño. Después de encender las velas, se reza, mirando las piedras y las velas, las tres oraciones de sus divinidades predilectas. Después de rezar se dejan las velas encendidas hasta que se consuman por completo. Entonces se toman las piedras y se le introducen al Buda por su agujero inferior. Aquí es necesario diseñar o emplear un tapón de papel o de algodón para evitar que las piedras se salgan del Buda.
Sobre una mesa se estará preparando el altar, bien sea utilizando la bandeja blanca o sobre el mantel blanco. En toda la mitad de la bandeja o del mantel se coloca el Buda. Alrededor de él y en forma cercana a su cuerpo se riega el trigo y las monedas. Al lado del Buda se pegan (sobre la superficie de la bandeja) o en candelabros pequeños en caso que se esté utilizando solo el mantel, las otras tres velas (plata, roja y azul) de tal forma que definan los vértices de un triángulo. En el centro de ese triángulo se colocan las 7 varitas de sándalo enclavadas en la papa. Es necesario mentalizar que cada una de las siete varitas simboliza un clamor diferente: Protección, Salud, Amor, Sabiduría, Prosperidad, Suerte y Armonía. Se encienden, entonces, las tres velas que forman el triángulo y, simultáneamente, las siete varitas de sándalo.
También, en un pequeño recipiente aparte, se debe tener preparada una MEZCLA BAUTIZMAL conformada por el aceite de sándalo, el aceite de rosas y el polvo de almizcle. Esta mezcla será la utilizada para bautizar al Buda. Al Buda se le bautizará con el nombre de un millonario ya difunto.
A continuación y antes de realizar el bautizo, se reza la siguiente oración (en este momento deben continuar prendidas las velas y las varitas; y, así, hasta el final de la ceremonia):
Oh, poderoso y grandioso Buda, llegas ahora a mí, por obra del poder inmenso para mejorar del todo mi suerte; pues sé que me ayudarás en todo lo que te pida y velarás por mí en el nombre de Dios por su infinita bondad y misericordia. Haz de sugerir a mi imaginación las estrategias que debo poner en práctica para superar los obstáculos. Gran Buda Espíritu Elevado y Puro, envía tu luz desde el espacio donde tienes tu morada, danos lo que te pedimos y alumbra nuestro camino.
Y, seguidamente, la oración para bautizar al Buda:
En el nombre de la Divina Providencia, invoco en este momento al Gran Poder de Dios, a San Juan Evangelista y al Poder del Espíritu Santo; para que así como bautizaste al elegido en el Río Jordán, me concedas la virtud y el poder para bautizar a esta criatura (aquí el nombre del millonario difunto), en el nombre de Dios Padre, del Hijo y del Espíritu Santo para que, así, me pueda conceder mente y fortuna. Te pedimos señor que nos defiendas con tu poder. Amén.
Al hacer este bautizo se hace, con la mano, una señal de cruz y se dice: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; y se le hecha por encima a la figura del Buda, la mezcla bautismal que se debe tener lista. Se dice: te bautizo con el nombre de (el millonario difunto).
