Se debe tener un cuerno de ciervo a la mano.
En el nombre de Dios Todopoderoso Padre Grande, Padre Eterno, María Santísima, Santísima Trinidad, Santísima Cruz Bendita, Santísima Cruz de Nazareno, yo invoco a San Cipriano, San Ignacio de Loyola y al Hermano Guicaipuro, para que no sea yo quien haga el despojo, sino ustedes en el Gran Poder de Dios y de la Divina Providencia para quitar cualquier influencia negativa o trabajo material o espiritual que haya en contra mía, y me traigan toda la prosperidad y la protección que necesito.
Se reza, seguidamente, un Credo. Luego, con el cuerno de ciervo ya bendito, se hace cruces en todas las articulaciones de los brazos y las piernas, en el pecho, en la planta de los pies y en la espalda.