11.15.2012

NOVENARIO PARA DOMINAR EL ESPÍRITU DE UNA PERSONA.

Azúcar Candy.
1 vela blanca.
Precipitado rojo.
Precipitado blanco.
Aceite conquistador.
Aceite intranquilo.
Aceite de desespero.
Aceite de abrecaminos.
Colonia pompeya.
Aceite de imán.
9 velones de dominio (no necesariamente deben ser muy grandes, pueden ser medianos o pequeños, pero que sean de dominio).
Aceite de siempre viva, con flores adentro.
45 clavitos (clavitos de aliño).
Aceite de almizcle.
1 tiza de cal.
1 platico pequeño (blanco).

Hay que preparar un perfume: Se mezcla la colonia de pompeya con tres (3) gotas de cada uno de los aceites mencionados arriba y un pizca de azúcar. Este perfume debe ser utilizado a diario como cualquier otro perfume, por parte de la persona interesada en que se le haga el milagro.

Ahora, se prepara el aceite de precipitación:

En un frasco grande se mezcla: El precipitado rojo, el precipitado blanco, el aceite conquistador, el aceite intranquilo, el aceite de desespero, el aceite abrecaminos, el aceite de imán, el aceite de siempre viva y el aceite de almizcle más una pizca de azúcar. Se agita para que la mezcla se produzca bien. Se coloca el frasco en el piso y a su lado se dibuja (con la tiza de cal) un triángulo. En la mitad de ese triángulo se pega y enciende la vela blanca; alrededor de la vela, entre ella y el triángulo, se esparce azúcar. Y al otro lado del triángulo, en el platico pequeño, se colocan los clavitos de aliño humedecidos en el perfume previamente preparado. Y se hace el siguiente conjuro:
Yo deseo y decreto que XXXX sea conmigo dulce como esta azúcar. Que este aceite de siempre viva mantenga vivo el amor, la bondad y el interés de XXXX hacia mí que me llamo XXXX. Este aceite de conquistador ofrecido a Don Juan de la Conquista, que me ayude a conquistar el corazón de XXXX. Que este aceite de desespero, le traiga hacia mí en forma desesperada. Que este aceite ofrecido a Don Juan de los Caminos, le marque el camino a XXXX para que venga a mí. Que el aceite de imán, atraiga hacia mí a XXXX. Además, con los clavos de especias conjuro el espíritu, juicio, pensamiento y voluntad de XXXX.
La vela se deja hasta que se consuma. Ese altar conformado por el frasco con los aceites, el triangulo conteniendo la vela y el azúcar y el plato con los clavitos, ha de permanecer, mínimo, por nueve días. La vela del triángulo una vez se consuma no es necesario reemplazarla.

Listo. Ahora lo siguiente: Se debe hacer durante nueve noches continuas empezando por la de un lunes. Y se hará, justo alrededor de las 12 (media noche).

Al un velón de dominio se le escribe (rayándolo) en la parte de abajo el nombre completo de la persona que se quiere dominar. Arriba del nombre, utilizando 5 clavitos de aliño enterrados en el velón, configurar una cruz. Se enciende el velón, se coloca al lado del frasco de los aceites en el altar temporal, y se reza la siguiente oración:
Ofrezco y recomiendo este velón al Ángel de la Guarda de XXXX, al santo de su devoción, a su propio espíritu, a su juicio, a su pensamiento, a su voluntad, a su cuerpo, a su sangre, a su corazón, a sus cinco sentidos, a las potencias que le dominan por el día en que nació, por el día en que le bautizaron, por el día de hoy, por el signo que rige su horóscopo y por el día en que ha de morir, día hasta el cual me ha de pertenecer. Ofrezco y recomiendo este velón a mi amigo el Espíritu Intranquilo para que intranquilice a XXXX por mí. Al Espíritu Conquistador para que conquiste a XXXX por mí. Al Espíritu del Amor para que XXXX solo sienta amor por mí que me llamo XXXX. Al Espíritu del desespero para que desespere a XXXX por mí de tal forma que no pueda comer ni dormir, ni con hombre ni mujer estar, sino conmigo que me llamo XXXX. Paz Cristo, Cristo Paz, Paz Cristo. San Miguel pisa con tus pies y corta con tu espada cualquier lazo de amor, cariño o admiración que XXXX pueda sentir por otra persona.
El velón de dominio se deja encendido, y todas las noches (hasta llegar a la 9) se reemplaza por uno nuevo que se coloca en el sitio en donde estaba el anterior, el cual se enciende y se reza esta oración, la que acabamos de leer.